Moho polvoriento en la marihuana: Cómo tratarlo

También conocido como moho blanco, el moho polvoriento es un problema común para muchos cultivadores. Este hongo parásito vive en el tejido vegetal y puede extenderse a las hojas y los cogollos. Aunque el moho polvoriento raramente mata una planta, debes saber que las flores infectadas no son aptas para fumar.

Una vez que el moho polvoriento se establece en una planta de marihuana, comenzará a extenderse rápidamente, especialmente en áreas con poca circulación de aire y/o alta humedad. Los cultivadores deben inspeccionar regularmente sus plantas y mantener un ambiente que no sea propicio para el crecimiento de hongos. Las medidas preventivas incluyen espaciar adecuadamente las plantas, asegurar un buen movimiento de aire y usar fungicidas cuando sea necesario. La detección y el tratamiento tempranos son esenciales para manejar el moho polvoriento y evitar que arruine tu cosecha.

Causas del moho polvoriento en la marihuana

Las causas más comunes de la aparición de moho polvoriento en las plantas de marihuana son la alta humedad y la mala circulación de aire. Este hongo prospera en condiciones de humedad superior al 60% y temperaturas entre 15°C y 27°C. Además, el riego excesivo y la sobrepoblación de plantas pueden crear un ambiente propicio para el hongo.

La falta de luz adecuada y el exceso de nitrógeno en los fertilizantes también pueden contribuir a la propagación del moho polvoriento. Las plantas de marihuana que no reciben suficiente luz o experimentan fluctuaciones de temperatura súbitas son especialmente susceptibles.

Síntomas del moho polvoriento

El signo más evidente del moho polvoriento es un polvo blanco similar a la harina que aparece en las hojas más jóvenes, aunque también puede comenzar en el crecimiento más antiguo. Este polvo suele empezar como pequeñas manchas redondas blancas en las hojas y tallos. Aunque normalmente aparece en la parte superior de las hojas, también puede aparecer en la parte inferior. Si no se trata, las hojas dañadas se vuelven amarillas, se deforman, se doblan o incluso se caen.

Efectos del moho polvoriento

Si no se trata, el moho polvoriento se propagará por toda la planta o el jardín. Aunque raramente es fatal por sí mismo, puede tener varios efectos negativos en las plantas de marihuana:

  1. Fotosíntesis reducida

La capa blanca y polvorienta en las hojas dificulta que la planta convierta la luz en alimento, lo que reduce el crecimiento.

  1. Daño a las hojas

Las hojas infectadas pueden volverse amarillas, rizarse y eventualmente caerse, limitando la capacidad de la planta para sostenerse.

  1. Drenaje de nutrientes

El moho polvoriento compite con la planta por los nutrientes, debilitándola con el tiempo.

  1. Infecciones secundarias

Las plantas debilitadas son más susceptibles a otras enfermedades y plagas que pueden dañar o matar la planta.

Tratamiento del moho polvoriento en plantas de marihuana en crecimiento vegetativo

Si notas polvo blanco en tus plantas de marihuana durante la etapa vegetativa, no esperes a ver si se propaga. Si está presente, empeorará, y arreglarlo será más difícil y dañino. Afortunadamente, tratarlo es bastante sencillo.

1. Elimina el moho manualmente

El primer paso y el más importante es eliminar la mayor cantidad de moho posible. Usa una toalla de papel húmeda y limpia suavemente cada hoja afectada. Esto puede llevar tiempo, y es importante ser cuidadoso. Una vez que hayas eliminado lo que puedas, pasa al siguiente paso.

2. Bicarbonato de potasio

Un fungicida natural, el bicarbonato de potasio crea una capa altamente alcalina en la superficie de la planta que penetra la pared celular de las esporas del moho, impidiendo su desarrollo o reproducción.

Para usar bicarbonato de potasio, mezcla aproximadamente 10 gramos en un litro de agua y añade unas gotas de aceite vegetal o jabón suave (esto ayuda a que la solución se adhiera a las hojas). Luego, rocía esta mezcla ligera y uniformemente sobre las áreas afectadas de tu planta de marihuana.

3. Bicarbonato de sodio

Menos efectivo pero más accesible que el bicarbonato de potasio, el bicarbonato de sodio (sodio bicarbonato) funciona de la misma manera. Simplemente mezcla unos 15 gramos de bicarbonato de sodio con un litro de agua y unas gotas de jabón suave o aceite vegetal y rocía las áreas afectadas.

4. Leche

Otra solución completamente natural para combatir el moho polvoriento es la leche. Aunque pueda parecer una elección extraña (¿quién quiere dejar leche al sol?), hay una sólida base científica detrás. La leche es algo ácida (con un pH alrededor de 6.5), pero cuando entra en contacto con la materia vegetal viva (especialmente bajo la luz solar), su pH puede volverse mucho más alcalino, creando un ambiente inhóspito para el hongo. Básicamente, hay varias proteínas en la leche (como la caseína) que se adhieren a la superficie de la planta y aumentan el pH de la solución.

Además, la leche activa la respuesta inmunológica de la planta, haciéndola más capaz de combatir infecciones. Estas proteínas, al exponerse a la luz solar, experimentan una reacción fotoquímica que produce compuestos con propiedades fungicidas.

Para usar leche, simplemente crea una mezcla de una parte de leche y nueve partes de agua (1:9), mezcla bien y rocía directamente sobre las superficies afectadas bajo luz directa. Reaplica esta mezcla una vez a la semana durante las próximas semanas o hasta que el moho haya desaparecido por completo.

5. Aceite de Neem

El aceite de neem es uno de los tratamientos más utilizados y versátiles favoritos de los cultivadores. Este aceite natural contiene varios compuestos que actúan como agentes antifúngicos y antimicrobianos efectivos. Además, el aceite de neem estimula el sistema inmunológico de la planta de diversas maneras.

Para usar el aceite de neem, simplemente mezcla el aceite con agua según las instrucciones del paquete—generalmente 5-10 ml de aceite por litro de agua—junto con unas gotas de aceite vegetal o jabón suave. Luego, rocía las hojas ligera y uniformemente. Repite esto cada 7-14 días hasta que el moho desaparezca.

El aceite de neem es una excelente opción tanto como tratamiento como prevención para casi cualquier problema que pueda afectar a tus plantas de marihuana, desde el moho polvoriento hasta los ácaros. Consulta nuestra guía detallada sobre el manejo de plagas para aprender a mantener tus plantas saludables.

6. Fungicidas

En los casos más extremos, pueden ser necesarios fungicidas químicos. Sin embargo, generalmente es mejor desechar la planta y empezar de nuevo si la infestación ha llegado a este punto. Muchas de estas mezclas contienen grandes cantidades de azufre, lo que probablemente afectará el sabor y olor de cualquier flor que puedas cultivar. Además, estos químicos son increíblemente fuertes y pueden, en grandes cantidades, dañar tu planta de marihuana.

Tratamiento del moho polvoriento en plantas en floración

Cualquier cosa que se rocíe sobre los cogollos será absorbida, quedando atrapada dentro y puede tardar semanas o meses en desaparecer. Si notas polvo blanco antes de la floración, generalmente es una buena idea comenzar a tratarlo antes de cambiar a un ciclo de luz 12/12.

Si el moho polvoriento comienza a aparecer a mitad de la floración, aún tienes opciones. De las opciones mencionadas anteriormente, el bicarbonato de potasio es el más seguro ya que contiene los químicos menos agresivos. No importa lo que uses, nunca rocíes directamente las flores. Aunque el moho polvoriento puede vivir en las flores, generalmente comienza en las hojas, por lo que tratarlo temprano es fundamental.

Si comienzas a verlo crecer en o cerca de las flores, usa un hisopo de algodón o gasa estéril para limpiar ligeramente las hojas circundantes con el tratamiento elegido, teniendo mucho cuidado de evitar las flores si es posible. No importa el tratamiento que elijas, no lo apliques en las últimas 2-3 semanas de floración.

Prevención del moho polvoriento

Aunque todos estos tratamientos también se pueden usar como preventivos, hay varios pasos que se deben seguir para ayudar a prevenir (y tratar) el moho polvoriento en tu jardín.

1. Controla la humedad

Como hongo, el moho polvoriento prospera en condiciones húmedas. La humedad ideal para las plantas de marihuana es alrededor del 60-65% durante la vegetación y tan baja como 40% durante la floración. Como se mencionó, el moho polvoriento es más común en áreas con humedad superior al 60%, por lo que al mantenerla más baja, estás ayudando a tus plantas y previniendo el moho. Un deshumidificador es una excelente opción para casi cualquier cuarto de cultivo.

2. Mantén un cuarto de cultivo limpio

Siempre limpia a fondo tu espacio de cultivo antes y después de cada cultivo. El alcohol isopropílico y el peróxido de hidrógeno son excelentes opciones para esterilizar tu espacio y cualquier herramienta que puedas usar; siempre limpia tú y tus herramientas antes de trabajar en tus plantas de marihuana.

También es importante eliminar regularmente cualquier hoja caída o crecimiento muerto para prevenir la propagación de cualquier crecimiento fúngico. Una vez que una hoja ha sido dañada, no se recuperará. Retira cualquier hoja dañada o muerta inmediatamente para minimizar la propagación de cualquier patógeno.

3. Da espacio a tus plantas

El moho polvoriento comúnmente se forma donde las hojas se superponen, ya que estas áreas tienden a tener un flujo de aire reducido. Aunque cierta superposición suele ser inevitable, tomar medidas para atar las ramas y mantenerlas separadas es siempre una buena idea.

4. Luces UVC

Las luces UVC emiten luz ultravioleta en la llamada «banda C», que tiene una longitud de onda mucho más corta que la luz UVA o UVB. Esta longitud de onda corta le da a la luz UVC propiedades antimicrobianas únicas y ha visto un uso creciente en una variedad de entornos estériles, desde quirófanos hasta procesamiento de alimentos.

Estas luces no están destinadas a ser iluminación adicional en tu espacio de cultivo; de hecho, demasiada luz UVC puede dañar gravemente tus plantas de marihuana. En cambio, debe usarse como parte del mantenimiento rutinario de la planta o como tratamiento puntual para cosas como el moho polvoriento. Siempre usa guantes y gafas de seguridad al manejar luces UVC y consulta las pautas de seguridad del fabricante.

Con una simple luz UVC de mano, es posible desinfectar completamente una superficie en cuestión de minutos. Ten en cuenta que esto debe usarse en combinación con otros tratamientos para asegurarse de que no quede nada atrás.

5. Filtros de aire

Cualquier ventilador o sistema de ventilación corre el riesgo de propagar esporas de moho polvoriento, por lo que tomar algunas precauciones (especialmente en tus ventiladores de ventilación) puede marcar una gran diferencia. Los filtros HEPA son una opción simple y rentable para cualquier espacio de cultivo y reducirán drásticamente la exposición de tus plantas de marihuana a muchas enfermedades transmitidas por el aire.

¿Puedo fumar marihuana con moho polvoriento?

Si ves moho polvoriento en los cogollos secos, deséchalos. NO se recomienda fumar flores que tengan moho. Aunque la variedad de hongo que causa esta enfermedad no es (directamente) dañina para los humanos, inhalar esporas de hongos puede llevar a una variedad de problemas respiratorios. También vale la pena notar que la marihuana puede desarrollar moho polvoriento incluso después de ser curada si se almacena incorrectamente, así que siempre revisa tu marihuana en busca de signos y olores de moho.

Lucha contra el moho

El moho polvoriento es uno de esos problemas que cualquier cultivador encontrará tarde o temprano. Si no se trata, puede arruinar una cosecha, pero unos pocos pasos simples son todo lo que se necesita para mantener tus plantas de marihuana saludables. ¡Esperamos que hayas encontrado este artículo a tiempo para detener el moho polvoriento desde el principio! ¿Tienes alguna pregunta o consejo? ¡Compártelo a continuación!

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    Kenny Hall

    Criada en las Montañas Rocosas de Colorado, me trasladé a Praga en 2017 y nunca he mirado atrás. En mis días más pobres en la universidad, aprendí todo lo que necesitaba para empezar a cultivar por mi cuenta. Ahora es mi afición desde hace casi 20 años. Cuando no estoy escribiendo o cuidando mi jardín, me encontrarás en el parque con una cerveza, un porro y cogollos, disfrutando del cielo azul.
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